Cuando se utiliza un bisturí de ultrasonidos para realizar disección o hemostasia, se aplican ondas de ultrasonidos de alta frecuencia a los tejidos tratados. Este instrumento corta y coagula debido a la vibración mecánica que genera. Por el contrario, el electrocauterio o bisturí eléctrico convencional aplica un efecto térmico a los tejidos que, a menudo, produce quemaduras debido a que su funcionamiento implica el paso de corriente activa a través del paciente.
El empleo de este bisturí presenta ventajas en determinadas intervenciones, ejemplo cuando es necesario realizar resecciones amplias a través de vías de abordaje atípicas y la preservación de los tejidos que no van a ser resecados es de una gran importancia para la fase reconstructiva y la cicatrización posterior. Del mismo modo, en la resección de un tumor facilita la realización del estudio anatomo-patológico y, en particular, de los márgenes de resección.
Colaborando la tecnología con el éxito de la cirugía y la recuperación precoz.